EL PODER DEL SONIDO

En todas las tradiciones, en cualquier tiempo y lugar, ya sea en un monasterio situado en la cima de una montaña, en las estepas siberianas o en la selva africana, el sonido ha sido un puente entre el hombre y su espíritu. Eleva la vibración y expande la conciencia. Ya puede provenir de, un sofisticado órgano en una catedral gótica, un gon en un templo taoísta, un rudimentario tronco hueco o el seco cuerno de un animal, una delicada lira o un burdo tan tan. El sonido transporta e induce a estados catárticos o sublimes. Monjes y sacerdotes, brujos y chamanes, utilizaron la vibración y las ondas del sonido para conectarse en un estado de conciencia con el todo, la unidad. Se silencia la mente y se conecta a una onda expansiva de alta frecuencia que nos lleva de lo ordinario a lo extraordinario, de la tierra al cielo, de la materia al espíritu, de lo denso a lo sutil. La voz, como expresión del sonido del alma, produce el mismo efecto, en un lamasterio en el techo del mundo, que en un humilde tipi en las praderas, o entre los colosales muros de piedra de una clausura cisterciense, que en el círculo de fuego de una tribu animista. Mantras y letanías, un virginal coro de impúberes o el canto ancestral y chamánico del consejo de ancianos, una cuerda de esclavos negros recogiendo algodón o un batallón de gaiteros escoceses marchando al paso al encuentro de la muerte. ¿Cuál es la magia o el poder del sonido? Enaltece al guerrero, armándole de valor, enerva de pasión al ardiente enamorado, sana al enfermo, eleva al creyente y une a los dolientes. Los monjes de silos entonando gregoriano, giróvagos derviches danzando al ritmo de los maestros sufis, o jóvenes guerreros en el círculo apache, comulgan como un dulce coro navideño alrededor de una chimenea. El sonido nos une y eleva, funde nuestras almas en un solo corazón, un solo latir. Los místicos de todas las tradiciones han utilizado los sonidos desde la noche de los tiempos para traspasar las fronteras de la materia y elevarse en una sola y común vibración. Los científicos han demostrado al analizar la composición última de la materia, que todo son átomos en movimiento, en cuyo interior las partículas elementales se comportan como ondas en continua vibración. Por eso decimos que en el universo todo vibra en distintas longitudes de onda, en distintas frecuencias. Todo en el cosmos genera un sonido. Por supuesto, nuestro cuerpo emite una vibración, nuestros pensamientos y estados de ánimo, las emociones, transmiten ondas como todo en la naturaleza. Es en la escucha consciente de todos los sonidos interiores, en la indagación sobre nosotros mismos, en el manejo de lo que trasmitimos a través de nuestros pensamientos y emociones, donde los místicos de todas tradiciones han puesto su mirada.
Juan Hernanz

LOS SONIDOS, LAS PALABRAS...

Los antiguos sabios de la Escuelas de los Misterios de Egipto y Grecia, como los esenios del Mar Muerto, los gnósticos, los iniciados de la Tradición oculta, los terapeutas, los pitagóricos, los lamas tibetanos y la inmemorial sabiduría de la India, conocían el poder oculto en las palabras y descubrieron una ciencia de la evolución de la consciencia humana basada en el uso de determinaos sonidos. La ciencia cuántica y la cosmofísica se nen ahora a la metafísica y dan la razón a las antiguas tradiciones esotéricas, tras localizar en el espacio exterior las mismas frecuencias y fases de ondas sonoras que encontraron los antiguos rishis, los ascetas-videntes de los Himalayas. Estos sabios de la antigüedad descubrieron los sonidos primordiales del Universo, y sondeando las emisiones sónicas que escuchaban en su profunda meditación, rastrearon las frecuencias sonoras que mas tarde compusieron en forma de mantras. La ciencia nos habla ahora de un sonido básico o una “música de fondo” que se escucha en el Universo a la que denominan Fondo Cósmico de Microondas. Los discípulos de Pitágoras conocían ya hace mas de 25 siglos la “Música de las esferas” y sabían que por medio del uso de determinados sonidos, cantos, danzas y ceremonias se podía entrar en sutil comunicación con las vibraciones creativas del Cósmos. Pitágoras enseñaba a sus discípulos que una piedra era en realidad “música cristalizada”. Para la ciencia actual, estas hondas sonoras y creativas quedaron sincronizadas y se estableció un espectro acústico de armónicos en el espacio similar al de un instrumento musical de proporciones extra-cósmicas. La ciencia de los sonidos, el uso de determinadas formas de música, la positiva y santa utilización de las palabras y del silencio, será muy pronto redescubierta como una forma de terapia del cuerpo, de la mente y del espíritu, tanto para la Humanidad como para reencontrarnos con el Espíritu de la Vida. Se abrirá así una puerta de acceso a otras dimensiones del Universo y de nosotros mismos. Carmelo Ríos

TEXTOS DE BRAD HUNTER

La palabra, junto con el poder de la vibración es capaz de crear, sanar o también destruir.La teoría indica que cuando focalizamos nuestra mente en algo, y a esto le sumamos el sentimiento y la emoción para finalmente expresarlo, estamos exteriorizando y materializando un poder que estará afectando los reinados de la materia. LO QUE LE DICES A TU SEMEJANTE, TE LO DICES A TI MISMO Si cada uno de nosotros estuviésemos conscientes de que la energía liberada en cada palabra afecta no sólo a quien se la dirigimos sino también a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, comenzaríamos a cuidar más lo que decimos. Los antiguos esenios sabían de la existencia de un enorme poder contenido en la oración, el verbo y la palabra. Los antiguos alfabetos, como el sánscrito, el arameo y el lenguaje hebreo son fuentes de poder en sí mismos. Los esenios utilizaron la energía que canaliza el lenguaje, la cual era la manifestación final del pensamiento, la emoción y el sentimiento- para manifestar en la realidad la calidad de vida que deseaban experimentar en este mundo. En las culturas del antiguo Oriente eran utilizados los mantras, los rezos, los cánticos y las plegarias con una intención predeterminada como técnicas para materializar estados internos y programar, de una forma ignorada por nosotros en la actualidad, realidades pensadas, deseadas y afirmadas previamente. Los estudios realizados por físicos cuánticos comienzan a redescubrir y validar el enorme conocimiento olvidado de antiguas culturas ancestrales. Un conocimiento que se encuentra aún escondido y olvidado y que nos aportaría el poder de cambiar nuestro mundo. LAS PALABRAS PUEDEN PROGRAMAR EL ADN La más reciente investigación científica rusa apunta a que el ADN puede ser influido y reprogramado por palabras y frecuencias, sin seccionar ni reemplazar genes individuales. Sólo el 10% de nuestro ADN se utiliza para construir proteínas, y este pequeño porcentaje del total que compone el ADN es el que estudian los investigadores occidentales. El otro 90% es considerado 'ADN chatarra'. Sin embargo los investigadores rusos, convencidos de que la naturaleza no es tonta, reunieron a lingüistas y genetistas -en un estudio sin precedentes-- para explorar ese 90% de 'ADN chatarra'. Los resultados arrojaron conclusiones impensadas: según los estudios, nuestro ADN no sólo es el responsable de la construcción de nuestro cuerpo, sino que también sirve como almacén de información y para la comunicación a toda escala de la biología. Los lingüistas rusos descubrieron que el código genético, especialmente en el aparentemente inútil 90%, sigue las mismas reglas de todos nuestros lenguajes humanos. Compararon las reglas de sintaxis (la forma en que se colocan juntas las palabras para formar frases y oraciones), la semántica (el estudio del significado del lenguaje) y las reglas gramaticales básicas y así descubrieron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular y sí tienen reglas fijas, tal como nuestros idiomas. Por lo tanto, los lenguajes humanos no aparecieron coincidentemente, sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente. El biofísico y biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colegas también exploraron el comportamiento vibratorio del ADN. 'Los cromosomas vivos funcionan como computadoras solitónicas/holográficas usando la radiación láser del ADN endógeno'. Eso significa que uno simplemente puede usar palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o reprogramarlo. Los maestros espirituales y religiosos de la antigüedad han sabido, desde hace miles de años, que nuestro cuerpo se puede programar por medio del lenguaje, las palabras y el pensamiento. Ahora eso se ha probado y explicado científicamente. La sorpresa mayor fue descubrir la manera en que el 90% del 'ADN Chatarra' almacena la información. 'Imaginemos una biblioteca que en lugar de archivar miles de libros sólo guarda el alfabeto común a todos los libros, entonces, cuando uno solicita la información de un determinado libro, el alfabeto reúne todo lo contenido en sus páginas y nos lo pone a nuestra disposición', aclaró Garjajev. Esto nos abre las puertas a un misterio aún mayor: que la verdadera biblioteca estaría fuera de nuestros cuerpos en algún lugar desconocido del cosmos y que el ADN estaría en comunicación permanente con este reservorio universal de conocimiento. LA EVIDENCIA INESPERADA El investigador Dan Winter, que desarrollara un programa de computación para estudiar las ondas sinusoidales que emite el corazón bajo respuestas emocionales, en una fase de la investigación con sus colegas, Fred Wolf y Carlos Suárez, analizó las vibraciones del lenguaje hebreo con un espectrograma. Lo que descubrieron fue que los pictogramas que representan los símbolos del alfabeto hebreo se correspondían exactamente con la figura que conforma la longitud de onda del sonido de cada palabra. Es decir que la forma de cada letra era la exacta figura que formaba dicha longitud de onda al ser vocalizada. También comprobaron que los símbolos que conforman el alfabeto son representaciones geométricas. En el caso del alfabeto hebreo, las 22 gráficos utilizados como letras son 22 nombres propios originalmente usados para designar diferentes estados o estructuras de una única energía cósmica sagrada, la cual es la esencia y semblanza de todo lo que es. El libro del Génesis está escrito en este lenguaje. Las letras de los antiguos alfabetos son formas estructuradas de energía vibracional que proyectan fuerzas propias de la estructura geométrica de la creación. De esta manera, con el lenguaje se puede tanto crear como destruir. El ser humano potencia el poder contenido en los alfabetos al sumarle el poder de su propia intención. Eso nos convierte en responsables directos de los procesos creacionales o destructivos en la vida. y con tan solo ¡la palabra! EL PODER CURATIVO DE LA PALABRA Existe una capacidad demostrada en la que la palabra puede afectar la programación del ADN. La salud podría conservarse indefinidamente si nos orientamos en pensamientos, sentimientos, emociones y palabras creativas y, por sobre todo, bien intencionadas. Los estudios del Instituto Heart Math nos abren un nuevo panorama hacia la curación, no solo de los humanos enfermos, sino también para la sanación planetaria. El instituto cree en la existencia de lo que ellos dieron en llamar híper-comunicación, una especie de red de Internet bajo la cual todos los organismos vivos estarían conectados y comunicados permitiendo la existencia de la llamada conciencia colectiva. El Hearth Math declara que si todos los seres humanos fuéramos conscientes de la existencia de esta matriz de comunicación entre los seres vivos, y trabajáramos en la unificación de pensamientos con objetivos mancomunados, seríamos capaces de logros impensados, como la reversión repentina de procesos climáticos adversos. El poder de los rezos, oraciones y peticiones, tal como nos lo han legado los antiguos esenios -potenciado por millares de personas-, nos otorgaría un poder que superaría al de cualquier potencia militar que quisiera imponernos su voluntad por la fuerza. Este poder ha sido demostrado en especies animales como los delfines, que trabajan unificados en objetivos comunes. Los delfines utilizan patrones geométricos de híper-comunicación, ultrasonido y resonancias que les sirven para interactuar con las grillas energéticas del planeta. Estos animales poseen la capacidad de producir estructuras sónicas geométricas y armónicas bajo el agua. Podríamos afirmar que los delfines ayudan más a mantener el equilibrio planetario de lo que lo hacen los humanos. Si Dios nos otorgó el poder, significa que quiere que nosotros, una vez alcanzado un nivel de conciencia determinado, ayudemos con respeto a la vida a ser co-creadores de su obra. BRAD HUNTER "Hoy mi día esta colmado de más vida y alegría" "La Risa es mi Espada y la Alegría el Escudo" Pienso lo bueno y se me Dá. Yo Soy lo que Yo Soy... "Sólo aquel que puede comprender su verdadera naturaleza, Puede servir de estímulo y de ayuda a otros Que deseen elevar su nivel de conciencia, siempre y cuando Éstos se encuentren en un estado receptivo"